viernes, 24 de abril de 2009

Puerto Inca, Restos Arqueológicos Bañados por el Mar Arequipeño

Partimos un jueves por la noche hacia Ica (km 300), aproximadamente la mitad del recorrido, dormimos ahí y al dia siguiente continuamos nuestro camino hacia Puerto Inca. El trayecto es tranquilo, la carretera se encuentra en excelentes condiciones, si uno tiene tiempo puede visitar diferentes lugares interesantes en la ruta. A la altura del km 395 se encuentra el pueblo de Palpa, el cual cuenta con una bonita y ordenada Plaza de Armas; 10 km mas, al sur, encontramos una serie de petroglifos, los cuales pertenecieron a la cultura Nazca.

Plaza de Armas de Palpa

Pocos kilómetros mas adelante cruzamos la extensa Pampa de San José atravesando las misteriosas Líneas de Nazca, solo es posible observar una de las lineas sin necesidad de sobrevolarlas, existe uno mirador desde donde se puede ver la figura de "Las Manos".

Seguimos nuestro camino, entramos al departamento de Arequipa, pasamos Sacaco (km 539), lugar conocido como el cementerio de ballenas prehistóricas mas grande del mundo, en este sitio existe un museo el cual les recomendamos visitar. 20 kilómetros mas adelante llegamos a Yauca (km 565) pueblo que destaca por su excelente producción de aceitunas y aceite de oliva.

Luego de atravesar una larga recta con fuertes vientos y con zonas arenadas, llegamos a Tanaka (km 580), extensa playa playa ideal para la practica del windsurf; de ahí en adelante la carretera se vuelve un poco pesada debido a sus numerosas y cerradas curvas, pasamos el desvío a la playa de Silaka (km 589), luego el desvío a Atiquipa (km 593) y finalmente pasando el hito del km 603 encontramos un letrero a la mano derecha que nos indica la entrada a la playa de Puerto Inca.

Playa de Puerto Inca

3 km de camino afirmado separan la carretera de la playa. A pocos metros del mar encontramos abundantes restos arqueológicos, entre viviendas, depósitos y caminos incas. Desde este punto parte un camino inca que une el Océano Pacifico con el Cuzco y llega hasta Macchu Pichu, son aproximadamente 250 km de recorrido; se dice que en la época del Tawantinsuyo los Incas comían pescado fresco gracias a que los chasquis lo transportaban desde Puerto Inca hasta la capital del imperio incaico en menos de 24 horas.

Paisaje a los alrededores de Puerto Inca

Puerto Inca es una playa en forma de herradura, en la que uno puede encontrar todas las comodidades que desee, existe un hotel que cuenta con restaurante (con precios aceptables). En el caso de que uno desee acampar hay que pagar un precio razonable por noche y da derecho a utilizar los servicios del hotel. Nosotros optamos por la segunda opción.

Puerto Inca es una parada casi obligada para los turistas extranjeros que viajan por tierra de Lima a Arequipa. Diariamente uno se encuentra con varios grupos de turistas, en su mayoría europeos, que pasan la noche en esta playa.

Luego de pasar una tranquila noche, alrededor de una fogata, salimos el sábado en la mañana a caminar hacia la parte norte de la playa, la idea era llegar a una formación rocosa similar a “La Catedral” de Paracas. Al lado de la playa, en la parte alta de un cerro, observamos algunas pequeñas viviendas pre-incas, muy bien conservadas, en su mayoría. De ahí en adelante encontramos con una variedad de caminos de herradura, si uno baja por la ladera hacia esta versión Arequipeña de “La Catedral de Paracas”, siguiendo estos senderos, aveces un poco complicados, llegamos a algunas pequeñas y pintorescas playitas. El regreso fue mas tranquilo, tomamos la ruta mas alejada al mar, mas corta pero menos emocionante.

Pequeña playa cercana a Puerto Inca

Hacia el lado sur de la playa encontramos una ciudadela a la orilla del mar, con varios depósitos, paredes y chulpas un poco deterioradas. Caminando por aproximadamente una hora, hacia el sur, se llega a la Silla del Inca, se dice que el Inca se sentaba para observar los sacrificios humanos que hacían en honor al mar, a cambio, este les da un año de buena pesca. También cuentan que esta silla era de oro macizo y aún se encuentra sumergida en el mar.

Como ven Puerto Inca es un lugar fascinante, el cual puede ser visitado tranquilamente en cualquier “fin de semana largo” (muy comunes en nuestro país). Se puede disfrutar de la playa rodeado de un bello paisaje y de una parte importante de la historia del Perú.

domingo, 5 de abril de 2009

Puerto Viejo, Manzanillo y Cahuita, Maravillas del Caribe Costarricense

La lancha partió a las 7 y 30 am desde Bahía Drake hacia el pueblo de Sierpe, bordeando primero la costa de Pacifico para luego internarnos por el río Sierpe y los manglares que lo adornan. Una hora después llegamos al puerto, averiguamos la mejor ruta para cruzar al caribe, sacamos la camioneta del garaje arrendado y partimos a las 9 am con destino final el pueblo caribeño de Puerto Viejo. Bordeamos la costa del Pacifico hasta la Playa Dominical, nos llamo mucho la atención la cantidad de cevicherias al lado de la carretera. En El Dominical tomamos la carretera de penetración hacia las montañas costarricenses, las carreteras son angostas y con muchas curvas, esto sumado a la cantidad de camiones en la ruta y a la neblina hace que el viaje sea un poco lento. Llegamos al pueblo de San Isidro, mientras la carretera subía y subía la vegetación cambiaba, empezamos a entrar a un tupido bosque nuboso, el altímetro marco 3000 msnm la parte mas alta de la carretera, la ruta era interminable y la neblina era muy densa. Empezamos el descenso y llagamos cerca de las 2 y 30 pm a la ciudad de Cartago, luego pasamos Turrialba, Siquerres para llegar a las 5 pm al Puerto de Limón, ya podíamos respirar el aire caribeño, recorrimos la carretera que va paralela a costa hasta llegar 1 hora después a Puerto Viejo, esta zona tiene una gran influencia afro americana, principalmente jamaiquina, con gente completamente rasta, es común escuchar música reggae por las calles y ver los colores de la bandera de Jamaica en todos lados.


Playa dentro del Parque Nacional "Cahuita"



Buscamos hotel a las afueras de Puerto Viejo alejándonos de la bulla típica de la vida nocturna de este lugar. Nos alojamos en una simpática cabaña a solo 3 km de Puerto Viejo en la playa Cocles, comimos unas sabrosas pizzas en el pueblo y nos fuimos a dormir agotados de la intensa travesía que resultó el cruce de océano a océano.
Al día siguiente nos levantamos a las 7 y 30 am, desayunamos y nos dirigimos al Parque Nacional de Cahuita, a 16 km al norte de Puerto Viejo. El Parque Nacional Cahuita, a orillas del mar Atlántico, es hábitat de varias zonas ecológicas incluyendo pantanos forestales, bosques lluviosos, bosques del litoral y una gran variedad de flora y fauna.


Cangrejo Gigante en el P.N. "Cahuita"

Decidimos cruzar el parque de lado a lado, son alrededor de 8.5 km de trocha pegada al mar, en la garita de control uno da una donación voluntaria para entrar al parque. Partimos a las 9 am, pensamos hacer nuestro recorrido en un máximo de 3 horas, caminamos y caminamos, el paisaje y las playas eran alucinantes, vimos algunas aves, pasamos un par de rios, se nos cruzo un cangrejo de tierra gigante y poco a poco empezó a aparecer la fauna, vimos varios grupos de monos cabeza blanca, osos perezosos, mapaches, serpientes entre otros animales, en este parque, como en los demás que conocimos en Costa Rica, los animales no se intimidan con la presencia humana, muchos son curiosos y se acercan a curiosiar.



Mono Capuchino Cara Blanca




Serpiente Negra con Amarillo en el P.N. "Cahuita"

El recorrido nos tomo 6 horas debido a que parábamos y nos distraíamos muy seguido para observar los paisajes y la fauna.
Salimos al otro extremo del parque a las 3 pm, caminamos a la carretera y tomamos un bus local para que nos acerque al auto que habiamos dejado estacionado en el pueblo de Cahuita. Con las mismas partimos hacia el Pueblo de Manzanillo, a 35 km de Cahuita, ibamos a almorzar en el Maxi, un restaurant que nos habían recomendado. No pudimos evitar detenernos en el camino a fotografiar a una numerosa familia de monos congo, formada por aproximadamente 10 miembros, ellos se encontraban al pie de la carretera, relajados, contemplando el paisaje.



Mono Aullador en Manzanillo


Llegamos a Manzanillo, almorzamos en el mencionado restaurante, muy bien recomendado. Ya de noche partimos hacia Puerto Viejo, dimos un par de vueltas de rigor y regresamos al hotel.
La mañana siguiente amaneció nublada, era el primer día no soleado que nos tocaba en el viaje, aprovechamos para dormir un poco mas de la cuenta y luego fuimos al Parque Botánico “La Isla”, la idea era encontrar algunos tipos de ranas venenosas típicas de esta zona, el día lluvioso era propicio para poder ver y sobretodo fotografiar algunas de ellas, por ratos llovía muy fuerte, por ratos se calmaba, tuvimos suerte de encontrar alrededor de 5 especies de estas ranas. Luego del parque botánico salimos a recorrer la zona, observar sus playas, y de pasadita ver algunos animales por el camino, encontramos un gran grupo de tucanes y una familia mas de monos congos.



Rana Roja Venenosa


A las 3 pm llegamos a Manzanillo, ahí existe el Refugio Natural Gandoca-Manzanillo, este se ubica a pocos kilómetros de la frontera con Panamá y protege parte de la flora y fauna de esta región. Charo decidió quedarse en la playa de Manzanillo y yo me anime ha hacer una corta caminata de hora y media por el parque, en este recorrido pude observar exoticos paisajes costeros y de selva tropical, las trochas andaban un poco difíciles de recorrer debido a la gran cantidad de barro que habian generado las lluvias de la noche anterior.
Regrese a Manzanillo a las 4 y 30 pm, busque a Charo y fuimos a Puerto Viejo a comprar algunos regalitos para llevar a Lima, como a las 8 pm regresamos al hotel, fotografiamos un oso perezoso de 2 dedos que dormia junto a su cria en un arbol al lado de nuestro bungalow, comimos en el restaurante ”Que Rico Papito” ubicado dentro del hotel, y nos fuimos a dormir, al dia siguiente partiamos a Lima.



Cria de Oso Perezoso de Dos Dedos


Salimos, previo desayuno, con rumbo a la capital a las 8 am, a las 11 y 30 llegamos a San Jose, devolvimos el auto alquilado y de ahí al aeropuerto, partimos a Lima enamorados de las playas, la selva, la fauna y sobre todo de la amabilidad gente costarricense.