martes, 21 de diciembre de 2010

Descubriendo Galápagos: Arena Blanca, Lobos y Tiburones - Parte 3


Pasamos nuestra primera noche en la habitación del Barco "Queen of Galápagos", costó un poco dormir al ritmo del vaivén del oleaje. Muy entusiasmados, las 6 am ya estábamos levantados, el briefing que nos había dado el guía la noche anterior indicaba que el día iba a estar lleno de adrenalina y emociones.Luego de tomar un rico y nutrido desayuno subimos a los zodiak de la embarcación y nos dirigimos a la Playa "Cerro el Brujo", hermosa playa de coral blanco, al norte de la isla de San Cristóbal con una gran población de lobos marinos, además es ideal para hacer snorkel y observar diferentes tipos de aves marinas.

Playa "Cerro el Brujo" en la Isla de San Cristobal


A penas desembarcamos recibimos la amable bienvenida de un pequeño y gracioso lobo de mar, salió del agua hacia la orilla y se estacionó a menos de un metro de nosotros, se quedo mirándonos sin inmutarse por mas de 5 minutos, luego volteó la cara y se marchó por la misma ruta por donde vino.


Lobezno dándonos la Bienvenida


Caminamos 45 minutos por toda la playa, ida y vuelta, esquivando los grandes grupos de lobos marinos, nos enfundamos nuestros wetsuit, nos colocamos nuestras mascaras, aletas y snorkel y entramos hacia el mar a ver que encontramos bajo el agua. El resultado fue, lobos, lobos y mas lobos, medianos, grandes y chicos. Los escasos 30 minutos bajo el agua nos sirvieron como training para todo lo que nos faltaba investigar bajo el nivel del mar.


Lobos Relajados


Nos despedimos de esta hermosa playa desde los dos zodiaks del "Queen of Galápagos", directamente nos dirigimos a el "León Dormido", también conocido como "Kicker Rock", dos grandes islotes de roca volcánica que se levantan desde las profundidades del mar a mas de 145 mts de altura, entre estas dos grandes rocas se forma un canal el cual debíamos atravesar armados solo con nuestro equipo de snorkel y aletas. Llegamos al pie de estas enormes rocas y saltamos al agua, en este correntoso canal es posible ver Tiburones de Galápagos y Tiburones Martillo, entre otras especies marinas, había bastante adrenalina ante la posibilidad de encontrarse cara a cara con cualquiera de estos escualos tan temidos por la mayoría de mortales.


Antes de entrar a bucear dentro del canal de "Kicker Rock"

Luchamos fuertemente contra la corriente mientras observábamos peces de distintos colores y tamaños, hasta que de pronto, a pocos metros de distancia diviso un pequeño Tiburón de Galápagos, emocionado prendo mi cámara y lo empiezo a grabar, al levantar la mirada me encuentro con un grupo de 7 u 8 tiburones de mayor tamaño que pasaban como si nada a una corta distancia de mi lente, en ese momento lo único que se me pasó por la cabeza era tratar de sacar buenas tomas, la emoción hizo que no sintiera mayor temor, aunque lo normal es que uno se siente mas indefenso en el mar que en la tierra. Estadísticamente al año, en todo el mundo, mueren 10 personas atacadas por un tiburón, es un dato que conocía previamente, habría que tener muy mala suerte para ser parte de esa estadística.


Buceando con Tiburones from Arturo Bullard on Vimeo.


Foto de los tiburones de Galápagos en baja calidad sacada de una imagen de video

Los tiburones martillo brillaron por su ausencia, solo una chica de nuestro grupo tuvo la suerte de ver uno por escasos segundos. Agotados y derrotados por la fuerte corriente de Kicker Rock subimos nuevamente al zodiak, nos trasladamos hacia el último punto de snorkel de este día, la "Isla Lobos".
Saltamos por tercera vez en el día al mar, la marea estaba tranquila, buceamos con algunas rayas, incluida una gigante, muchos peces y la mejor parte fue cuando un pequeño lobezno se me acerco y se quedo mas de 10 minutos jugando conmigo, hasta que se percató que no era un ser muy divertido y cual torpedo, se marcho, dejando una estela de burbujas. Me dejó solo y abandonado en medio del mar.


Pequeño lobo marino en la Isla Lobos


Jugando con Lobezno en Isla Lobos from Arturo Bullard on Vimeo.

Luego de estas tres gratificantes inmersiones volvimos al Barco muertos de hambre a almorzar, conversamos un buen rato de nuestras distintas experiencias en los tres húmedos puntos que habíamos inspeccionado, descansamos menos de una hora y partimos a recorrer ahora la superficie de la "Isla Lobos", caminamos por una trocha irregular e incomoda para desplazarse, vimos muchas iguanas marinas, algunos piqueros patas azules y mas y mas lobos de mar. Cuando estábamos por irnos, uno de nuestros amigos del barco se percata que una loba, a escasos metros de nosotros, estaba empezando a dar a luz, presenciamos un espectáculo único, en primera fila, el nacimiento de un lobo bebe, increíble.


Madre de lobo marino con su cría recién nacida


Nacimiento de Lobito de Mar en Islas Galápagos from Arturo Bullard on Vimeo.

Este último hecho, junto al avistamiento que solo algunos tuvimos de los tiburones fueron la conversación principal de la cena, fue nuestro primer día a bordo del "Queen of Galápagos", un día muy emocionante e increíble, aún quedaban 3 días mas a bordo que nos esperarían con mucho mas sorpresas.


Lobezno


Pajarito endémico de las islas al lado de lobo marino


Lobos en la playa "Cerro el Brujo"


Lobo mirándonos de reojo


miércoles, 15 de diciembre de 2010

Pomapata, Siguiendo los Pasos de Casucha

Desde que tengo uso de razón recuerdo el nombre de este pequeño y alejado pueblito perdido entre las montañas ancashinas. No cabe duda que fue uno de los primeros lugares, entre pueblos, ciudades y países, que escuche de niño. Para mi y para mis hermanos Pomapata era un sitio mágico, fantasioso, un lugar muy cercano al paraíso al pie del Piyucaca, donde la gente era buena, los paisajes hermosos y donde ocurrían historias bizarras, con personajes casi mitológicos. "El Hombre con Cabeza de Gallo", "El Hombre que se le Trasparentaba la Garganta cuando Comía Gelatina", "El Hombre con Pata de Venado", entre otros extraños, alucinados y fantásticos personajes Pomapatinos.

Toma nocturna de la calle principal del pueblo de Pomapata

Casia Valderrama Jacha, mas conocida como Casucha, Casilda o simplemente Lala, entro a trabajar a la casa de mis padres a los 15 años, un año antes que yo nazca. Ella nació en Pomapata, provincia de Bolognesi, Ancash, siempre nos hablo y contó historias fascinantes de este lugar, tan lejano y desconocido para la gran mayoría de mortales, lugar que siempre quise ir y que muchos años después Casia y el destino me llevaron a conocer.

Casia junto a Arturo, Rodrigo, Gonzalo, José Ignacio y Alfredo; mis hermanos

Casucha fue una madre, una hermana y una amiga para nosotros, siempre estaba alegre, contenta, nunca se quejo, era la primera que estiraba la mano cuando se trataba de ayudar. Arquero cuando nos faltaba uno en el equipo de futbol, gran jugadora de ping pong y ajedrez, amante de los crucigramas, fanática del voley y de la selección peruana de futbol, fóbica de cualquier tipo de reptil, bromista, luchadora, emprendedora, querida, amada, esa era Casia y su risa contagiante, una persona como pocas, la persona mas buena, increíble y extraordinaria que he conocido.

Vista de Pomapata desde el cementerio del pueblo

Partimos de Lima a Pomapata un viernes a las 5 am, junto a mis hermanos Alfredo y Gonzalo, mis sobrinas Denisse, Daniela y Valeria y Licy, la sobrina de Casia. Casucha siempre quiso que conozcamos su pueblo y al final de su vida se cumplió su deseo. Viajamos hasta su amado y querido Pomapata a cumplir con su ultima voluntad, ser enterrada en su tierra al lado de sus padres.

Valeria, Daniela, Denisse y Arturo en Quero, antes de empezar la caminata de 2 horas hacia Pomapata

Llegamos primero hasta el pueblo de Chiquián, "El Espejito del Cielo", ubicado en la cordillera del Huayhuash, a 6 horas de Lima, desde ahí tomamos una trocha de 24 km (1 y 45 horas) que nos llevó al pequeño pueblo de Quero donde se parte la caminata de 5 kilómetros hacia Pomapata.

Pobladores en medio de la neblina en Pomapata

Acomodamos nuestras cosas en los burros que gentilmente nos prestó el padre de Licy, algunos subieron a caballo, otros subimos a pie. Primero descendimos unos 300 mts por unas escaleras de piedra para tomar el camino hacia Pomapata, los primeros 4 kilómetros son en subida moderada con eventuales bajadas. El camino se introduce hacia la Quebrada del Cóndor, subiendo en forma paralela al río que lleva el mismo nombre. El paisaje esta rodeado de coloridas flores y retorcidos árboles. El ultimo kilómetro es el mas fuerte de todo el asenso, esta última parte es bastante empinada. El camino va dejando atrás al río Cóndor subiendo en forma casi directa a Pomapata.

Poblador de Pomapata

Llegamos a Pomapata luego de 2 horas de camino, en la última mitad del trayecto nos acompaño una fuerte lluvia, lo que complico un poco mas la travesía. La emoción que sentí al llegar fue inigualable, no aguanté las lagrimas, al fin puse los pies en este mágico lugar. Tuvieron que pasar 40 años para que Pomapata, el tan lejano pueblo perdido entre las cordilleras ancashinas nos recibiera con los brazos abiertos, todos los recuerdos de niño se me vinieron en ese momento a la cabeza, era todo real, todo fantástico, todo mágico e increíble.

Luz, Licy y Elizabeth, sobrinas de Casia y amigas de nuestra familia desde hace muchos años

Elizabeth y Luz, sobrinas de Casia, a quienes conocemos hace muchos años, nos esperaban en Pomapata. Empapados nos trasladaron a una pequeña habitación de adobe donde nos sacamos la ropa mojada y nos pusimos unos ponchos que nos prestaron, los burros con las cosas estaban demorados, así que solo nos quedaba esperar a que lleguen para poder ponernos nuestra ropa seca.

Denisse, Gonzalo, Valeria, Daniela y Alfredo empapados esperando que lleguen los burros con la ropa seca

Pomapata es un pueblo ubicado a 3500 msnm, habitado por cerca de 300 personas. Su nombre original fue Pumapata que significa "Cuna de Pumas", con el tiempo el nombre mutó a Pomapata. La principal actividad económica es la agricultura y la ganadería, en sus tierras se cosechan 16 tipos distintos de papa. Uno de los pobladores de Pomapata me contaba que este pequeño pueblo fue fundado alrededor del año 1700 por personas de lugares aledaños que iban en busca de nuevas tierras. Pomapata tiene fluido eléctrico muy básico desde el año pasado, una sola calle ancha atraviesa el pueblo, en la parte baja encontramos su pintoresca plaza de armas, rodeada por una pequeña iglesia, la municipalidad y el local comunitario. Al medio esta adornado por una pileta la cual esta coronada con la imagen de un puma, felino que le da el nombre al pueblo. Su fiesta patronal se realiza todos los 24 de setiembre en honor a la Virgen de las Mercedes.

Plaza de Armas de Pomapata, al fondo la iglesia de la "Virgen de Las Mercedes", adelante la pileta con la figura de un puma

Nos ubicamos los 6 en tres habitaciones que amablemente nos prestó la familia Valderrama, nos cambiamos y salimos cerca de las 7 pm a comer a la casa donde nació y vivió Casia, ahí viven sus hermanos y sobrinos, nos recibieron como si nos conocieran de toda la vida, nos sentimos y, sobretodo, nos hicieron sentir como unos verdaderos Pomapatinos.

Alfredo y Gonzalo disfrutando una deliciosa carne

La noche fue larga, velamos a nuestra querida Casia hasta la media noche, tomando "Calientito" junto a la familia. Conversamos, contamos algunas anécdotas y sobretodo conocimos aún mas a la familia de Casucha; primos, tíos, sobrinos y amigos aparecían y desaparecían como por arte de magia de la habitación donde se realizaba el velatorio.
Madrugamos la mañana siguiente, desayunamos con la familia y bajamos a la plaza de armas solo con el fin de respirar aire puro y observar el bello paisaje al pie del cerro Piyucaca.

Niño pomapatino con su oveja "Chavela"

"Lucerito del amanecer, en el Piyucaca yo te vi nacer", así comienza un linda canción que Casia nos cantaba cuando éramos niños. Al fin conocimos el Piyucaca, desconocido para muchos, pero famoso para nosotros.
A las 10 am celebramos una misa, 45 minutos después salimos en procesión hacia el cementerio, el recorrido fue muy emotivo, era imposible aguantarse las lágrimas en este corto pero eterno recorrido hacia la parte alta de Pomapata, donde queda el cementerio. Primero entramos a la casa y luego a la habitación de nuestra Casucha, para seguir el recorrido con 3 paradas mas, la primera fue en un recodo del camino donde ella se sentaba con los niños del pueblo a hablarles, contarles cuentos y regalarles caramelos cada vez que visitaba su tierra, luego en una pequeña cascada y por último en la puerta del cementerio. En cada una de las paradas se rezaba y cantaba canciones representativas de Pomapata.

Arturo, Licy y Valeria

El entierro fue duro y triste, Aníbal, sobrino de Casia, se dirigió a los presentes alabando el buen corazón y la entrega que tuvo Casia hacia sus familiares y seres queridos, luego toco el turno a mis hermanos, primero Gonzalo, luego Alfredo, al final Gonzalo tomo nuevamente la palabra para leer un emotivo poema que escribió Santiago, su hijo, en honor a Casia o Lala.
Terminando la ceremonia volvimos hacía la casa de Casia, la familia había sacrificado una res y unas ovejas para los invitados. Comimos, tomamos cerveza, chicha y calientito, ya todos estábamos mas tranquilos, se había cumplido el deseo de Casucha, ya descansaba en paz al lado de sus padres, en su tierra, al pie del Piyucaca.

Niños jugando en la plaza de armas de Pomapata

Gonzalo conversando con una señora pomapatina

Nuestra misión en Pomapata aún no acababa, pocos días antes de viajar se nos ocurrió hacer algo por este olvidado pueblo al cual tanto cariño le tenemos. Hicimos una colecta entre la familia y algunos amigos que conocían y apreciaban a Casucha. Organizamos, con la ayuda de Licy y la familia de Casia, una chocolatada navideña, llevamos mas de 100 juguetes a los niños del pueblo. Denisse, Daniela y Valeria, mis sobrinas, se encargaron de hacer un show y algunos juegos con los niños, queríamos llevar alegría a Pomapata, sabemos que Casia, donde este, estuvo feliz de que nosotros, sus hijos, hagamos algo por su pueblo. Los niños cantaron, bailaron y saltaron mas de dos horas, terminamos rendidos pero contentos, los niños jugaban y corrían con sus juguetes nuevos alrededor de la plaza de armas y por las calles de Pomapata. Una sensación y satisfacción inigualable.
La noche fue tranquila, después de un día muy intenso y lleno de emociones. En la madrugada debíamos partir de regreso a Lima.

Daniela repartiendo regalos en chocolatada a familias de Pomapata

Niños disfrutando de la chocolatada

Nos despedimos de Pomapata a las 5 am, mientras cruzábamos por su oscura calle principal algunos pomapatinos y nuevos amigos salían a despedirnos y agradecernos nuestra visita, pidiéndonos que regresáramos pronto. Los agradecidos somos nosotros por todo el cariño y afecto que nos demostraron en el poco tiempo que estuvimos por esta maravillosa tierra.

La familia de Casia junto a la nuestra

Caminamos los 5 kilómetros de regreso en poco mas de 1 hora, llegamos a Quero y partimos rumbo a Chiquián, nos sorprendió la noticia que había un paro y la carretera hacia Lima estaba bloqueada, gran preocupación. Al final, desde Conochocha, tomamos una vía alterna hacia el pueblo de Ocros y de ahí hacia Pativilca, el camino nos tomaría 4 horas mas que la ruta convencional, no había alternativa. En el fondo valió la pena, toda la primera parte de esta ruta es paisajísticamente alucinante, primero pasamos un pequeño e interesante bosque de piedras, para luego quedar maravillados con una vista imponente de la nevada Cordillera del Huayhuash.

Pequeña laguna camino al pueblo de Ocros

Partimos a las 5 am y llegamos a Lima a las 7 pm, un largo y agotador viaje de 14 horas. Fueron 3 días intensos, una mezcla de alegría con tristeza y pena, Casucha se nos fue y la extrañamos, nos dejo muchas enseñanzas, parte de lo que soy y de lo que son mis hermanos se lo debemos a ella, una gran mujer que acompaño a mi familia por mas de 41 años, alegre, solidaría y querida no solo por nosotros, sino por mis primos, tíos y amigos. Donde estés Casucha se que estas orgullosa de nosotros, orgullosa de saber que llegamos a tu humilde pueblo para acompañarte hasta el final, orgullosa de saber que llevamos alegría a los niños de Pomapata, orgullosa de haber dejado una huella imborrable en nuestros corazones y orgullosa de saber que vivirás siempre en nosotros.

Te queremos

Papa Alfredo, Mamama Renee, Alfredo, Gonzalo, Arturo, José Ignacio, Rodrigo, Santiago, Denisse, Daniella, Micaela, Valeria, Inés, Alfredito, Isabella, Rafaella, Mariano y Rodriguito.

Con Casia el 22 de junio del 2010 celebrando su cumpleaños numero 58

Gonzalo cambiando la llanta de la camioneta bajando de Quero

Niños de Pomapata con regalitos después de la chocolatada

Valeria degustando un panetón en la chocolatada para los niños de Pomapata

Denisse con ovejita en la plaza de armas de Pomapata

Ovejas Pomapatinas

Camino a Ocros al pie de la cordillera del Huayhuash

Amigo pomapatino cortando un trozo de carne de res para el almuerzo

Valeria, Alfredo, Daniela, Gonzalo y Denisse en la puerta de la casa de Casia

domingo, 5 de diciembre de 2010

Galápagos: Isla de San Cristóbal, un ejemplo de respeto hacía la naturaleza - Parte 2

Partimos muy temprano desde la Isla Isabela acompañados de un hermoso atardecer, debíamos retornar nuevamente a Puerto Ayora, en Santa Cruz, para luego tomar otra lancha hacia Puerto Baquerizo en la Isla de San Cristóbal.
Llegamos a Puerto Ayora cerca de las 8 am, dejamos nuestras maletas donde Michell, un amigo que conocimos a la ida el cual tiene una pequeña agencia de viajes y como gran parte de los habitantes de estas islas vive del turismo. Relojeamos unas 3 horas por el pueblo y su calle principal Charles Darwin, llena de tiendas de arte, artesanía y restaurantes.
Cerca de la una de la tarde tomamos la lancha hacia San Cristóbal, el viaje debía durar cerca de dos horas. A 20 minutos del puerto fallan los motores, quedamos a la deriva por largo tiempo esperando que nos envíen ayuda desde el puerto, increíblemente se tomaron mas de dos horas en llegar, en esas largas horas gran parte de la gente, entre los cuales habían italianos y norteamericanos se comenzaron a sentir mal, se comenzó a marear y la tripulación no hacia nada, indignante. Una mala experiencia dentro de todas las buenas que pasamos.


Amanecer en la Isla Isabela


Desembarcamos alrededor de las 7 pm en San Cristóbal, nos hospedamos en el hotel "Paraíso Peninsular" a dos cuadras del malecón. Luego de comer una rica pizza en el "Calipso" nos dimos con la grata e increíble sorpresa que en las playas y malecón de Puerto Baquerizo habitan grandes cantidades de lobos marinos, los cuales caminan y duermen en plena calle, en las veredas, bancas, juegos de niños, etc. Ni se inmutan con la presencia de la gente, duermen y juegan con toda la libertad del mundo, realmente increíble.


Playa llena de lobos de mar en Puerto Baquerizo - Isla San Cristóbal


Toda la mañana siguiente nos dedicamos a recorrer y fotografiar el malecón y a sus simpáticos habitantes, a los relajados lobos marinos se le sumaban, iguanas marinas y gran variedad de aves, todos convivían de manera grata y pacifica con los pobladores y visitantes de San Cristóbal.


Lobo de mar descansando sobre embarcación en Puerto Baquerizo


Lobo de mar junto a su cría en los alrededores de Puerto Baquerizo


Habíamos quedado encontrarnos a mediodía en el aeropuerto de San Cristóbal con el guía que nos llevaría a la otra parte de las Islas Galápagos, a esos lugares paradisíacos que solo se llega en estos yates y cruceros que recorren por varios días las islas, los hay de todo tipo y precios, la oferta y demanda son claves para poder conseguir buenos precios. Nosotros conseguimos desde Lima un yate por 5 días y 4 noches por las islas, el "Queen of Galápagos", buscando y buscado lo conseguimos a la mitad de lo que normalmente costaba. El yate era impecable y muy cómodo, íbamos a convivir por 5 días con 14 extranjeros que al igual que nosotros venían, algunos de muy lejos, a conocer las maravillas de estas famosas islas.


Lobo de mar

Luego de acomodarnos en el cuarto que nos asignaron (#6) y de departir nuestra primera de muchas futuras comidas con nuestros nuevos amigos, volvimos a tierra, nos tocaba ir a la parte alta de la isla San Cristóbal a ver a las grandes y famosas Tortugas de Galápagos y a aprender un poco mas de ellas. Recorrimos 45 minutos una accidentada carretera hasta llegar a Cerro Colorado, acá funciona un centro de crianza de Tortugas de Galápagos. Andamos por una trocha cerca de una hora observando a estos impresionantes reptiles dentro de su hábitat.


Tortuga Gálapagos en Cerro Colorado - Isla San Cristóbal


Las Tortugas de Galápagos se dividen en 11 subespecies ya que los ejemplares que habitan en cada una de las islas (incluso en distintas zonas de la misma isla) han evolucionado de manera independiente, a consecuencia de esto encontramos diferencias morfológicas entre ellas. Estas enormes tortugas pueden llegar a sobrepasar los 1.30 mts de longitud y llegan a pesar mas de 200 kg. Son todo un espectáculo verlas caminar por los tupidos paisajes de Cerro Colorado.


Tortuga Galapagos descansando en pequeña laguna, Cerro Colorado - Isla San Cristóbal

Regresamos al barco para el tradicional coctel de bienvenida que organiza la tripulación para los huéspedes, de paso sirve para romper un poco el hielo y comenzar a conocer un poco mas a nuestros nuevos compañeros, con los cuales, desayunaríamos, bucearíamos, comeríamos, conversaríamos y todos los "iríamos" durante los siguientes 5 días. Nuestro grupo estaba formado por 2 parejas de alemanes, una pareja de norteamericanos con su hija, dos australianos recién casados, una doctora galesa, una señora inglesa, un suizo trotamundos, una simpática francesa y una ecuatoriana. Nosotros hicimos buenas migas con los tres últimos, Benno, Suizo que tenia mas de 5 meses viajando, bajaba de México caleteando y tenia que llegar a Argentina en poco mas de un mes. Emilie, enfermera de Córcega – Francia, recién empezaba un viaje de 4 meses por Sudamérica, lo terminaba el 15 de marzo en Río de Janeiro y Mabel, guía y traductora guayaquileña que viajaba junto a una de las parejas de alemanes para ayudarlos con el idioma. Las conversaciones diarias se tornaron muy divertidas, uno hablaba ingles y el otro le contestaba en español, francés o alemán y viceversa, una verdadera Torre de Babel.


Charo y yo junto a nuestros amigos Benno (Suiza) y Emilie (Francia)

Luego de conversar y comer nos fuimos a dormir, a la mañana siguiente empezaba lo bueno, un itinerario de actividades de todo tipo.


Cangrejo en San Cristóbal


Lobo de mar defendiendo su territorio


Lobo de Mar


Lobo de mar descansando en Puerto Ayora - Santa Cruz


Charito desayunando en Puerto Ayora mientras esperabamos el barco a San Cristóbal, bien a la Inca Kola


Relajados lobos de mar en banca del malecón de Puerto Baquerizo, Isla San Cristóbal