domingo, 28 de abril de 2013

La Habana:Bizarro Recorrido por Ciudad (P2)


Luego de dos días recorriendo las ciudades de Matanzas y Cienfuegos regresamos a La Habana, nos quedaba todo un día en esta contrastada, atractiva y bizarra ciudad.

Juego de dominó callejero
Comenzamos nuestro recorrido por el Paseo del Prado. Caminamos unas cuadras y nos topamos con un alegre señor que al ritmo de su guitarra y acompañado de dos músicos mas nos improvisaron una melodiosa canción, la cual escuchamos atentamente sabiendo, con antelación, que al termino de esta nos iban a pedir una colaboración.

Sonero cubano que nos regaló una canción
En Cuba se ve tanta pobreza y tanta gente que hace de todo por conseguir algo de dinero para llevarse un pan a la boca que con gusto uno colabora con ellos, sobretodo cuando no se limitan a solo estirarte la mano, sino que con alegría y mucha simpatía te regalan un grato momento de felicidad. Vivimos mas de una situación similar que con gusto accedimos a colaborar con la gente cubana.

Desolada Calle San Lázaro
Bajamos por la poca turística calle San Lázaro, en cualquier calle similar de Latinoamérica uno caminaría asustado de que lo asalten, mientras que en Cuba es poco común que pase. La calle estaba desolada, una que otra persona caminaba por la acera, tres niños jugaban a tirarse una pelota de beisbol y madre e hija trapeaban la vereda frente a su casa mientras tres adolecentes las miraban desde un balcón en un segundo piso.

Madre e hija trapeando la vereda de su casa
Las paredes con colorida pintura desgastada con los años, la vejez de la madera y el oxido de la rejas de la gran mayoría de las casas le daban un aspecto surrealista a esta tímida calle, la cual no aparece en ninguna guía turística de La Habana.

Otro ángulo de la calle San Lázaro
Nuestro siguiente punto fue el famoso Malecón de La Habana, era sábado, razón por la que encontramos bastante gente disfrutando de la brisa del mar. Este malecón se extiende por 8 kilómetros a lo largo de parte del litoral de la isla. La construcción fue por etapas y duró 50 largos años. Sin lugar a dudas el Malecón Habanero es el principal lugar de reunión de la gente cubana.

Alegres chicas cubanas en el Malecón de La Habana
Pasamos al frente del “Castillo de los Tres Reyes del Morro” y nos dirigimos hacia el Capitolio, estábamos con muchas ganas de conocer mas la parte menos turística de La Habana. Conocimos a Héctor un Ciclo-Taxista de 42 años, le pedimos que por favor nos muestre mas a fondo su ciudad.

Castillo de los Tres Reyes del Morro
Recorrimos parte del “Barrio Chino” y muchas estrechas calles donde se respiraba el día a día de la vida de un cubano en La Habana. Luego de mas de una hora de recorrido Héctor nos invitó a su casa, para nosotros iba a ser un gusto el poder conocer un poco mas el como vive una familia convencional en la Cuba Castrista.

Niño frente a su casa
Entramos a un edificio mal mantenido y pasamos a su pequeño departamento, ahí vivía con su esposa y su hija de 14 años la cual sufría de una parálisis cerebral, fue un momento emocionalmente muy fuerte. Las carencias materiales eran evidentes y contrastaban con sus ganas de salir adelante. Solo encontrábamos, entre sus cosas, lo mínimo e indispensable para vivir. Héctor nos contaba que era ingeniero de sistemas pero que si trabajaba en su profesión solo ganaría 15 dólares al mes, de Ciclo-Taxista puede llegar a sacar 300, una gran diferencia.

Hector posando dentro de su pequeño apartamento

Héctor con su ciclo-taxi
Nos despedimos de Héctor, luego de calmar el hambre con unos langostinos al ajo con arroz a la cubana continuamos nuestro periplo por La Habana no comercial. Entramos a algunos almacenes para cubanos donde nos llamó mucho la atención el alto precio de los productos, sobretodo los eléctricos, además de ser, la gran mayoría de ellos, productos con tecnología de principios de siglo.

Grafitti
Llegamos a un mercado de ropa donde se nos acercan dos morenos los cuales se nos presentan como los mejores raperos del país. Antes de terminar nuestra breve conversación nos improvisan un rap, fue un momento increíble y muy entretenido, lógicamente sabíamos que todo no era gratis. 

Raperos callejeros firmandonos su CD

Canción que nos improvisaron

Al terminar su divertida interpretación, con efectos especiales incluidos, nos ofrecen su CD autografiado por 10 CUCs (Moneda Cubana), les ofrezco 6 y me dicen que si. Nos fuimos con una leve sospecha que confirmamos una vez que pusimos el CD en el equipo de música, el disco estaba en blanco, solo nos quedo reírnos y tomarlo como algo anecdótico, el momento especial que pasamos con estos raperos callejeros habaneros no tenía precio.

Peluquero al paso
Por la noche recorrimos las principales plazas de la Habana, cenamos una contundente langosta en el restaurante “La Giraldilla”, tomamos unos mojitos en un bar con show en vivo y regresamos al hotel, por la madrugada debíamos tomar nuestro vuelo de regreso a Lima.

Calle habanera adornada por bandera de Cuba
Partimos satisfechos y agradecidos de todo lo vivido en La Habana y en Cuba, un lugar fascinante, fuera de lo común, que nos sirvió para aprender mucho de su gente y de la manera que tratan de sobre llevar una difícil vida en un país muy complejo, con una opresión muy fuerte, donde aún no se respira libertad, donde espero que en los próximos años, por el bien de el noble pueblo cubano, puedan vivir libres, como todo ser humano se merece.



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