Salimos
de el hermoso “Cañón de Tinajani” bordeando las 11 de la mañana con dirección a
Juliaca. No queríamos dejar de visitar el pueblo de Pucará, el cual se
encuentra al borde de la carretera y es famoso por sus simpáticos “Toritos de
Pucará”.
"Toritos de Pucará" |
Luego
de 50 km llegamos. La primera parada fue una plaza aledaña a la Plaza de Armas
donde era evidente que habíamos llegado a nuestro destino. Nos dieron la
bienvenida 3 enormes y coloridos “Toros de Pucará” los cuales adornaban la
plaza.
Gran "Torito de Pucará" en Plaza |
Andamos
un par de cuadras mas y llegamos a la Plaza de Armas donde luce, en uno de sus
cuatro lados, la iglesia de Santa Isabel de Pucará. Esta hermosa iglesia, de
estilo barroco, fue construida por misioneros jesuitas en el año 1767.
Iglesia de Santa Isabel de Pucará |
La
fama mundial que ha ganado el Pueblo de Pucará es gracias a sus simpáticos “toritos”
los cuales no fueron precisamente creados en este lugar. En la época
precolombina artesanos de la comunidad de Cheqa
Pupuja fabricaban diversas piezas de cerámica para los conquistadores españoles
asentados en el sur del Perú colonial, una de esas piezas fueron los mencionados
“toritos”.
Detalle de "torito" sobre el fondo de la pared de la iglesia |
Los
“toritos” adoptaron el nombre del pueblo de Pucará debido a que por este lugar,
en aquellos tiempos, pasaba el tren, lo que volvió al poblado el principal
centro de comercialización de esta peculiar y a la vez clásica artesanía.
Pueblo de Pucará visto desde los restos arqueológicos de Kalasaya |
Se
cuenta que el curioso “torito” apareció en escena gracias a una antigua fiesta religiosa
española en la cual se adornaba un toro vivo con flores y lazos, de ahí surge
la decoración de la cerámica con rosetones y círculos alegóricos en el pecho.
Se le hacia incisiones en la frente y en el cuerpo utilizando su sangre,
mezclada con chicha, como ofrenda a la pachamama (madre tierra). A ello se debe
que se representa al torito con la lengua afuera lamiendo la sangre, la cola
enroscada representado su fuerza y el vigor.
Posando con "Torito" de gran tamaño |
Hoy
en día, el “Torito de Pucará”, es un símbolo de suerte y prosperidad, tanto en
la marcación de ganado (como símbolo de procreación de los rebaños), la
felicidad de los matrimonios, la fertilidad de los hogares y el cuidado de las
casas. Es por ello que lo encontramos sobre los techos de las casas, en muros,
portones y diversos lugares en gran parte de la serranía sureña del Perú.
Los "Toritos de Pucará" traen suerte a las casas y al matrimonio |
Luego
de largos minutos en la Plaza de Armas avanzamos unos cuadras hasta llegar al
el taller de un artesano fabricante de “toritos” donde, amablemente, el artista
nos contó y mostró como los producía. El primer paso es poner la arcilla en moldes de diversos tamaños, luego los
introduce en un horno entre los 800° C a 900° C por 24 horas. Una vez horneados
se le hacen algunos acabados, luego son decorados y pintados para terminar,
nuevamente, en el horno por 4 o 5 horas mas.
Artesano de Pucará |
Después
de observar como hacían por decenas los “Toritos de Pucará” partimos hacia la
parte alta del pueblo, queríamos visitar el complejo arqueológico de Kalasaya o
Pucará antes de partir.
"Toritos" secando al sol |
Kalasaya
fue edificada alrededor del año 200 a.C. por antiguos pobladores del altiplano
del Titicaca. Destacan dos tipos de arquitectura dentro del complejo, una de
características monumentales, de probable función ceremonial, y otra rústica y
simple las que se cree que fueron viviendas.
Restos arqueológicos de Kalasaya |
Dentro
de Kalasaya encontramos 3 plazas hundidas en forma de herradura y construidas
con piedras de color rojo y blanco. Asimismo en el lugar se ubican 4 cámaras
funerarias que contenían restos humanos junto a objetos de oro y plata.
Kalasaya data del año 200 a.C. |
Las
evidencias dejadas por los Pucará son típicas e inconfundibles donde destaca en
trabajo en piedra y cerámica que representan seres mitológicos muy estilizados
con motivos geométricos e imágenes estelares y terrenales como sapos, lagartos
y serpientes.
"Toritos de Pucará" junto a torreón de la iglesia de Santa Isabel |
Salimos
de los restos arqueológicos de Kalasaya con dirección a Lampa no sin antes
comprar unos “Toritos de Pucará” de recuerdo y de comernos un exquisito “Kankacho de Ayaviri”. El día se nos iba
acortando y aún nos faltaba visitar el hermoso pueblo de Lampa, conocido como
“La Ciudad Rosada” o “Ciudad de las 7 Maravillas”.
No
puedo negar que valoro mucho más al “Torito de Pucará” que hoy adorna la sala
de mi casa.
Moldes de 'toritos" en casa de artesano |