miércoles, 4 de mayo de 2011

Explorando las Alturas de Chalhuanca en Apurimac

Madrugamos en la Hotel Tampumayo a 20 kilómetros de Chalhuanca, la misión era explorar la parte alta de esta zona antes de regresar hacia Lima.
Salimos a las 6 y 15 am, tomamos un desvío, el cual se encuentra al frente del hotel donde nos hospedamos, subimos los 10 kilómetros de la zigzagueante carretera mal afirmada hasta llegar al pequeño pueblo de Sañayca (3550 msnm). Luego de las respectivas fotos continuamos nuestro asenso, nos habían dateado que el la parte alta de esta zona era posible encontrar grupos de caballos salvajes.


Bosque de Piedras de Asnoccasa, en la parte alta de Sañayca


Continuamos ascendiendo por la maltrecha carretera, a los pocos minutos nos topamos con Alex, un muchacho de unos 15 años de edad que caminaba solitariamente hacia su vaquería. Alex subió al auto, le dimos un aventón. Conversando con el nos dio el dato de un pequeño bosque de piedras ubicado cerca de su vaquería, sin dudarlo nos dirigimos hacia allá.


Charo con Alex, el nos guió hacia el Bosque de Piedra de Asnoccasa


Llegamos después de largos minutos al pequeño y atractivo bosque de piedras de Asnoccasa (4200 msnm), a 25 km del desvío, lugar con impresionantes formaciones rocosas que eventualmente es utilizado por los campesinos de la zona como lugar de descanso gracias a la sombra que les brindan sus multiformes piedras. Alex se quedo en este punto, pensamos en continuar un poco mas pero el camino estaba en pésimas condiciones y no podíamos arriesgarnos a quedarnos botados en las alturas de Apurimac.


Bosque de Piedras de Asnoccasa

Comenzamos nuestro regreso, al lado izquierdo de la ruta nos topamos con las Pampas de Chapacuyo, ahí encontramos varios grupos de caballos salvajes corriendo libremente por la pampa, los hay de todos los colores. En un primer impacto visual no parece haber mayor diferencia con los caballos criollos, pero al verlos detenidamente estos poseen largos rabos y despeinadas crines. Lamentablemente estos caballos son eventualmente cazados por inhumanos matarifes huancaínos que utilizan su carne para venderla en los mercados de esta ciudad.
Nos bajamos de la camioneta a observar estos bellos equinos y a respirar aire puro, cada vez mas escaso en nuestra capital. Mientras tomaba algunas fotografías, Charo comenzó a caminar libremente por la pampa, con dirección a uno de los grupos de caballos. Camino y camino por mas de una hora entre los ichus y piedras de la zona, termino tan lejos que tuve que irla a buscar en la camioneta.


Caballos Salvajes en las Pampas de Chacapuyo


El tiempo nos estaba ganando, debíamos llegar si o si este mismo día a Lima, no quedo otra que interrumpir nuestro relajo en las Pampas de Chapacuyo y volver por el mismo camino por donde habíamos subido.
Pocos minutos antes de pasar Sañayca, tuvimos un percance, se nos reventó una de las llantas, el camino era muy estrecho. Como en las mas de 3 horas que llevábamos explorando el lugar no nos habíamos cruzado con ningún auto, no nos preocupamos mucho, saque la gata, desajusté los pernos, y cuando estaba a punto de levantar el auto, aparece un pequeño camión de carga, mala suerte, tuve que retroceder todo lo avanzado, mover la camioneta con la llanta en el piso hasta un lugar un poco mas ancho y rezar para que el camión pase por el pequeño espacio que pude ganarle a la pista. El camión pasó con las justas, terminé de cambiar la llanta y continuamos nuestro camino.


Un percance, cambiando la llanta de la camioneta


Al llegar a la carretera principal, entramos unos minutos a recoger nuestras cosas del hotel, tomar un ligero desayuno y raudamente partimos con destino a Lima, no pudimos evitar parar en el pueblo de Pampamarca Bajo. En Chalhuanca nos habían recomendado parar ahí. Aunque jugábamos con el tiempo en contra no pudimos evitar tomar el desvío de 2 km a la altura del Km 320 de la carretera Nazca – Cuzco. En su amplia plaza principal encontramos un imponente templo colonial hecho de piedra, el templo esta dedicado a la Virgen de las Mercedes.


Iglesia colonial de la Virgen de las Mercedes en Pampamarca Bajo


Desde que uno ingresa a este pueblo llama mucho la atención la cantidad de cruces de hojalata, de diversos colores, que adornan todos los techos de las casas del pueblo. Estas son parte de la tradición andina de colocar alguna ofrenda para la buena suerte una vez que se ocupa una casa, en algunos lugares de nuestra serranía son toritos (Cuzco), en otros son iglesias (Ayacucho) y en otras flores, bueno en este lugar son cruces de hojalata, un distintivo que le da un toque especial a este pueblo. Nos tomamos nuestro tiempo en conocer y conversar un poco con la gente de la comunidad. Ya el reloj marcaba casi las 1 de la tarde, no quedo mas que subir nuevamente a la camioneta y continuar.


Cruz de hojalata, son frecuentes en todos los techos de las casas de Pampamarca Bajo


Charo conversando con unos niños en Pampamarca Bajo


De ahí en adelante evitamos parar, cosa que tratamos de cumplir, pero era difícil debido a los hermosos paisajes que teníamos constantemente delante de nuestros ojos, grandes lagunas con patos y flamencos, bosques de piedras como el de Huanca Huanca, donde se caracterizan sus formaciones cónicas, quebradas y nevados entre otras maravillas.
El tiempo nos comenzó a jugar una mala pasada, una lluvia torrencial nos comenzó a complicar la ruta, luego, varios kilómetros antes de llegar a Puquio una densa neblina con complicó aún mas el camino, no se veía 4 metros adelante, por precaución tuvimos que bajar drásticamente la velocidad, perdimos mucho tiempo.


Bosque de Piedras de Huanca Huanca


Llegamos a Puquio, cerca de las 4 pm, ya estabamos en el departamento de Ayacucho, aún quedaban 154 kilómetros hasta Nazca. Paramos solamente a echar combustible y continuamos. Pasamos Lucanas y una hora después cruzamos la Reserva de Pampas Galeras, lugar donde se encuentra la mayor población de vicuñas de Perú y del mundo.
La carretera entre Pampas Galeras y Nazca tiene una zona de curvas realmente impresionantes, en una distancia de 12 kilómetros encontramos 52 curvas de casi 180 grados, tortuoso para quien viene manejando hace mas de 12 horas.
Llegamos a Nazca cuando empezaba a anochecer, todavía nos queda recorrer 450 kilómetros hasta Lima, no quedaba otra, teníamos que llegar si o si este mismo día.


Atardecer en Pampas Galeras, Ayacucho

Entramos a Lima a medianoche, agotados después de mas de 18 horas de camino, el cual, por nuestro afán de conocer mas y mas, lo hicimos largo y complicado. Sin paradas debieron ser solo unas 10 horas, pero así es el entusiasmo, el cual muchas veces nos gana y hace que el tiempo vuele y se quede corto.
En total, este viaje fueron 9 días intensos donde recorrimos 3500 km por la costa y sierra del Perú, Nazca, Arequipa, El Colca, Machu Picchu, Cuzco y Apurimac fueron parte nuestros destinos; gente, restos arqueológicos, pueblos, cañones, iglesias, paisajes, ríos y montañas adornaron nuestro trayecto, una ruta que recomiendo realizar, donde pude descubrir decenas de lugares impresionantes que no tenía ni la mas remota idea que existían y que no dejan de sorprendernos.


Charo en Asnoccassa



Cruz de Hojalata en Pampamarca Bajo


2 comentarios:

  1. deyvin chumpe contreras26 de marzo de 2013, 9:58

    bueno q impresionante historia el escuchar las caracteristicas maravillosas de esa humilde y pobre tierra de mis amores sañayca quericoo... y me conmueve el corazon de tanto extrañarlo por el mismo echo de encontrarme en otra cuidad ..

    ResponderEliminar
  2. Excelente recorrido por las alturas de Aymaraes, donde hay muchos lugares de mucho pasado histórico y gente amable

    ResponderEliminar

Espero sus comentarios