Partimos desde la ciudad de Lorient por la mañana hacia el Mont Saint Michel, hacia unos años había tenido la oportunidad de visitarlo pero en esa ocasión nos topamos con una tempestad en la que con las justas podíamos caminar, esa vez Charo y yo no pudimos disfrutar plenamente de esta fascinante construcción ubicada al norte de Francia en la provincia de Normandía.
Fueron cerca de dos horas de camino hasta el Mont Saint Michel, varios kilómetros antes de llegar uno puede divisar desde la carretera la silueta de esta imponente construcción medieval. El Mont Saint Michel es el tercer monumento religioso mas visitado de Francia, luego de la catedral de Notre Dame y de la de Sacre Coeur, ambas ubicadas en París, y uno de los monumentos mas visitado de toda Francia.
Vista Frontal del Mont Saint Michel
El Mont Saint Michel esta ubicado en una isla de solo 900 metros de circunferencia y 80 de alto unida, desde hace varios años, al continente europeo por una carretera, en el pasado el camino existente era cubierto por el mar cuando subía la marea y cuando esta bajaba quedaba rodeada de fangosas arenas movedizas que servían como protección natural del monte. En esta pequeña isla se levanta una pequeña ciudadela medieval que conserva, hasta nuestros días, el mismo aspecto que tuvo hace siglos cuando fue creada.
El Mont Saint Michel es una de las obras arquitectónicas más prestigiosas de la Edad Media y uno de los centros más importantes de la espiritualidad y peregrinación cristiana. Mas de medio millón de personas visita anualmente este santuario. Su majestuoso convento construido sobre la cima de un monte, hace más de 1000 años, fue hecho en honor al Arcángel San Miguel.
Mar y Arena rodean el imponente Mont Saint Michel
Al pie del Mont Saint Michel, existe una pintoresca ciudad medieval, llena de vida y de color, alberga una pequeña población que vive de la venta y comercialización de velas y souvenirs, al igual que sus antepasados. Desde allí parten los empinados y serpenteantes caminos para subir hacia la parte alta del monasterio. Dentro de esta pequeña ciudad medieval existen también algunos hoteles donde uno puede pasar la noche.
Charo en la pequeña y única calle dentro de la ciudad medieval dentro del Mont Saint Michel
Dentro del monasterio existe hasta nuestros día un claustro, este fue construido por los monjes benedictinos a principios del Siglo XIII, y es habitado en la actualidad por monjes, recluidos entre estas enormes paredes de 80 metros de altura, que aún continúan viviendo como lo hacían los de antaño, dedicados única y exclusivamente a la oración y a la meditación.
La Historia del Mont Saint Michel
Hace miles de años, el enorme bosque de Scissy, fue situado como límite entre Normandía y Bretaña. En el centro había un monte rocoso, similar a un monte de tierra utilizado para los entierros, es por ello que lo llamaron en un principio el Monte Tumba. Hacia el Siglo IV, esta región fue cristianizada y desde esa época el bosque de Scissy y sus montes atraía a los hombres que buscan la purificación espiritual. Poco a poco esta zona se convirtió en un lugar habitado por ermitaños, seres humanos que convivían únicamente con su soledad y su espíritu.
Arquitectura Gótica dentro del Monasterio
San Auberto, entonces, el obispo de Avranches, visitaba cada cierto tiempo a estos ermitaños y se unía en sus plegarias. Un buen día, en el año 708, según cuenta la leyenda, San Auberto recibió un mensaje del cielo. En un sueño, se le apareció el Arcángel San Miguel y le pidió que erigiera en su honor un santuario sobre el Monte Tumba. Para dejar una señal tangible a la humanidad entera, el Arcángel toco la frente del obispo con la punta de su dedo, dejándole una eterna marca en la frente.
Por el año 709, un cataclismo de mar invadió el bosque Scissy, separando los montes del continente. El Mont Saint Michel fue rodeado por una bahía de arena movediza al suscitarse la repentina crecida de las aguas. Este fenómeno persiste hoy en día, casi como por capricho de dios y de la naturaleza, por aquellos años, muchas fueron las vidas de peregrinos que se cobró la marea y las arenas movedizas.
Algunas plegarias dentro del Monasterio
Sobre el monte se construyeron hasta el siglo XVI edificios románicos y góticos. La magnífica fortificación del monasterio logró que nunca fuera tomada a lo largo de la historia. La construcción de los diferentes edificios es una auténtica proeza ya que, entre otras cosas, hubo que traer la piedra desde lejanos lugares de la Bretaña y de las islas Chausey.
El monasterio se constituyó a lo largo de los siglos uno de los lugares de peregrinación más importantes de Francia e incluso, durante la guerra de los Cien Años, los ingleses acordaban salvoconductos a los peregrinos para acceder al monte.
Charo y yo al pie del Mont Saint Michel
Nosotros pasamos todo el día en el Mont Saint Michel, recorrimos sus angostas y empinadas callecitas, el Monasterio y sus iglesias. Una experiencia única, una imagen muy distinta a la que me lleve la primera vez que visite este impresionante monte allá por el año 2000, la fuerte lluvia y tormenta que nos acompaño aquel dia contrastaba ampliamente con el soleado dia que estábamos viviendo 8 años después, tuve la suerte de ver dos caras distintas del Mont Saint Michel en ambas visitas, la de la penumbra y la de la luz, ambas distintas pero igualmente increíbles.
Interiores de la Ciudadela en Saint Michel