Luego de una merecida siesta después de un largo vuelo
desde Lima partí, en una pequeña camioneta alquilada, hacia Rano Raraku, uno de
los principales atractivos que nos ofrece la misteriosa Isla de Pascua.
Moais al pie del Rano Raraku |
Maneje alrededor de 15 kilómetros por la carretera que
bordea la costa este de la isla, luego tomé un desvío de unos dos kilómetros
hasta la entrada al volcán. Este punto, junto a Orongo, son los dos únicos
lugares de la isla en las que te sellan el ticket turístico (de US$ 50 y válido
por 5 días) debido a que solo te permiten el ingreso solo una vez a estos emblemáticos
lugares durante tu estadía.
El Rano Raraku visto desde Tongariki |
Camine por la falda derecha del volcán unos 700 mts hasta
que me tope con la primera de los muchos moais que existen en esta parte de
Rapa Niu.
Rano Raraku es el nombre de este volcán elegido por los
antepasados de Rapa Nui para elaborar, con sus piedras de origen volcánico,
estas maravillosas e impresionantes esculturas. Se estima que tanto en el
interior como en la parte externa de este volcán existen alrededor de 400
moais.
Moais a medio elaborar en las faldas del volcán |
Se dice que la tribu de los “Tupa Hotu“, al margen de ser
una tribu menor, era una de las mas fuertes de la isla debido a que dentro de
sus dominios se encontraba el Rano Raraku, cantera de los moais.
Son cerca de 400 moais los que encontramos en Rano Raraku |
El primer nombre del Rano Raraku fue “Maunga Eo“, que
significa “cerro perfumado“. El nombre se debe a que siglos atrás existió una
planta muy aromática en esta zona de la isla la que le daba un olor particular
a este sector.
Moai que no llegó a ser terminado |
El volcán tiene cerca de 300 mil años, el tipo de piedra
que se encuentra en este lugar, la “Toba Lapilli“, es único en la isla. La
principal característica de esta es su poca dureza, lo que les permitió a los
antiguos artesanos a moldear y tallar la piedra con mayor facilidad. Los moais
fueron tallados con una herramienta llamada “Toki“, la cual era confeccionada a
partir de basaltos, un tipo de roca sólida de color negro.
Moais en la parte interna del volcán |
Con las guerras entre las tribus de la isla se abandonan
los trabajos en la cantera. La madre naturaleza se encargo de cubrirlos con el
paso de los años lo que ayudó a que se mantengan, la gran mayoría de ellos, en
buen estado.
Moai parcialmente enterrado |
Durante el recorrido de dos horas que hice por el Rano
Raraku pude observar moais de todo tipo, muchos de ellos en diferentes etapas
de elaboración. Ahí también encontramos al moai mas grande de la isla, de 21
mts de alto, el cual no llegó a ser desprendido de la roca base.
Perfil de moai enterrado |
Entré a la parte del cráter del volcán, al interior encontramos
una hermosa laguna de agua dulce, en su alrededor crece abundante vegetación,
siendo los juncos de totora los mas comunes. Un sendero bordea el cráter el
cual nos permite acercarnos a unos 40 moais los cuales miran hacia la laguna.
Laguna de agua dulce en el cráter del volcán |
Baje bordeando 15 minutos antes de las 7 pm hacia la
camioneta, el sol cae recién a las 9 pm, me quedaban dos horas mas de luz, así
que con las mismas partí hacia Tongariki, emblemáticos moais de la isla, los cuales
se encuentran a menos de 2 kilómetros de Rano Raraku. No podía perder la oportunidad
de ver el atardecer en este hermoso lugar.
Los moais son hechos con la roca Toba Lapilli |