Apenas me levante fui al puerto donde salían las embarcaciones hacia las islas de Los Uros, apenas llegue (cerca de las 9 am) me ofrecieron un pasaje "Round Trip" Puno, Los Uros, Amantaní (durmiendo ahí) y Taquile, Puno. Rapidamente fui a recoger mis cosas del hostal “Torino” y enrumbé hacia las islas.
A la media hora de haber partido llegamos a las islas flotantes de los Uros andar sobre ellas da la impresión de que caminas sobre un colchón), luego de permanecer por 20 minutos en estas peculiares islas zarpamos hacia la isla de Amantaní. La embarcación iba con aproximadamente 20 turistas (todos europeos menos yo) acompañados de un guía de la zona llamado “Billy” y que hablaba pesimo inglés, ninguno de los turistas le entendía. Después de 4 horas de viaje, con malograda de motor incluida, llegamos a la isla, en este lugar se hace Turismo Vivencial, los pobladores te hospedan en sus casas y te da comida, me tocó compartir habitación con un ingles llamado Steve y un a alemán que tenia un nombre rarísimo en la casa de la familia Cari Mamani.
Con el alemán y el inglés, compañeros de cuarto, almorzando
Ese día nos dieron de almuerzo unos pescaditos que eran tranquisimas de comer, papa, oca, sopa de quinua y un mate de muña. Con el estómago lleno, cerca de las 4:00 pm subimos hacia las ruinas de Apacheta (cultura Tiahuanaco) las cuales se encuentran en la parte alta de la isla. Caminamos 40 minutos para llegar, recorrimos las ruinas un rato y nos quedamos viendo el atardecer, casi de noche bajamos, ahí conocí a dos alemanes bien buena gente, Marcus y Andreas. El atardecer fue mas impresionante que las mismas ruinas, uno de los mas bonitos que he visto.
Atardecer en la isla de Amantaní
En la noche no comí, seguía lleno desde el almuerzo, después de conversar un rato con mis compañeros de cuarto nos fuimos a ver tocar a un grupo de música folklórica autóctono de Amantaní, estuve solo diez minutos y me fui a leer. A las 9:00 pm la luz de la isla se fue (solo tienen luz artificial 3 horas al día), no me quedo otra que dormir.
Día 10 Miércoles 6 de Mayo
Me desperté a las 6:30 am, después de tomar desayuno y unas fotografías de la Plaza de Armas baje al puerto de la isla, el bote salía a las 8:00 am hacia la isla de Taquile.
El recorrido entre las dos islas duro una hora. Al llegar a Taquile tuvimos que caminar 40 minutos para llegar a la Plaza de Armas.
Taquile es una isla alucinante, todavía sus pobladores mantienen costumbres de la época de los Incas, sus leyes fundamentales son: Ama llulla, Ama Sua y Ama Quella (no robaras, no mentiras y no seas ocioso) y practican el Sirvinacuy (matrimonio a prueba), su manera de vestir relatan su diario vivir, por ejemplo, las mujeres casadas llevan una flor roja en la cabeza llamada “Cantuta” y las solteras llevan una flor amarilla, por el contrario los hombres casados llevan un chullo de colores, mientras los solteros usan un chullo igual pero con la mitad de arriba de color blanco. Tanto en Taquile como en Amantaní no existen policías ni perros (dicen que los perros malogran las tierras de cultivo).
Novia en matrimonio en la Isla de Taquile
Al llegar a la plaza me senté a observar a la gente, se me acercaron 4 niños hablando en quechua y con gestos me pidieron que les regale mi botella de Crush de 1.5 lts. Se las di y entre los cuatro se la repartieron utilizando como vaso la tapita de plastico de la botella. Un rato después me avisaron que se estaba realizando un matrimonio en la comunidad, no dude ni un instante en ir para allá. El matrimonio era bastante extraño, las mujeres (incluyendo la novia) se mantenían sentadas en el sol, sin hablar, mientras los hombres estaban en el frente, bajo techo, chupando y chachando coca en una juergaza (el novio se mantenía ahí pero ni hablaba, ni se movía), la gente del pueblo se acercaban, tanto al novio como a la novia, y con imperdibles le colgaban billetes. En la fiesta conocí al padrino del matrimonio, el Sr. Alejandro Flores, me invitó un rato a su casa y me mostró fotos y diplomas que había recolectado por varios países de Europa (Inglaterra, Dinamarca, Francia, etc.), en los que fue invitado para comisiones de intercambio cultural. Al despedirme del Sr. Flores me contó que estaba a punto de viajar a Suiza.
Señoras observando el Lago Titicaca camino al puerto de la Isla de Taquile
De la Plaza de Armas subí hacia las ruinas de Molana, en la parte alta de la isla, estas ruinas no son gran cosa. Seguí caminando hacia el puerto, ubicado al otro extremo de la isla donde nos esperaba la embarcación. Para llegar al puerto hay que bajar 533 peldaños, cada cierta distancia existe un arco hecho de piedra (una constante en la isla). Al llegar nos subimos al bote y partimos hacia la ciudad de Puno, viaje que duro poco mas de 3 horas
Una vez en la ciudad tome una bicitaxi (algo parecido a las anconetas) y me llevaron al hotel “Presidente”. Me instalé, fui a comprar mi boleto de regreso al Cuzco y a pagar un tour a las chullpas de Sillustani (en la agencia de buses me prometieron que me iban a recoger de la ruta Puno - Cuzco, regresando del tour debido a que los horarios se cruzaban), me comí una salteña y un cuarto de pollo a la brasa con su aguadito más, de ahí a dormir.
Día 11 Jueves 7 de Mayo
Me levante temprano después de no haber dormido bien y salí a tomar fotos a la Plaza de Armas, después de pasear un poco por la ciudad fui al cuarto del hotel, allí empece recién a escribir este diario, Steve, el inglés que conocí en Amantani, me recomendó que siempre que viaje escriba un diario para nunca olvidarme de los detalles de los viajes. Escribí hasta el mediodía, almorcé un par de salteñas y fui a la agencia que me iba a llevar a Sillustani. Llegue con mas de una hora de anticipación, así que continúe escribiendo.
A las 3 p.m. llego la combi llena de turistas (para variar yo era el único sudamericano) para ir a visitar las chullpas. Las Chullpas de Sillustani son consideradas monumentos funerarios de los Kollas, únicas en el Perú y América. Luego de recorrerlas por mas de una hora partimos rumbo a Puno. Me baje en el desvío de la carretera ya que el bus de la empresa Civa me tenía que recoger en la ruta. Estuve parado en la carretera por mas de dos hora, ya hacia rato que debó haber pasado el bus y se había hecho de noche, el frío cada vez era mas intenso y mi mochila con todas mis cosas estaba en el bus (demasiado confiado). Cuando pensé que nunca me recogerían apareció el bendito bus, me trepe, tuve que pedirle a una mamacha que estaba en mi asiento que se mueva y me prepare sociológicamente para las 9 horas que me esperaban de viaje.
Ruinas de Sillustani
Al lado me toco un gordo que olía a demonios (anduve medio piña con los compañeros de bus), llegue al Cuzco Directamente y tome un taxi al hostal “Cáceres”, lugar donde antes ya había dormido.
Apenas me levante (aprox. 9:00 pm) me dirigí a la oficinas de Aeroperu a confirmar mi vuelo para el día siguiente y de ahí fui al hotel Los Balcones a buscar a unos amigos, al llegar me informaron de que habían salido y que volaban ese mismo día a Lima. Un rato después caminando por la plaza me los encontré, conversamos un rato y los acompañe al hotel, en ese instante Franco Negri (que administraba el hotel) me propuso hacer unas fotos de la fachada a cambio me daba hospedaje, no dude un segundo, salí a recoger mis cosas del modesto hostal “Cáceres” y me instale en el flamante hotel “El Balcón”. Esa tarde me dedique un rato a hacer algunas fotos del hotel, a escribir un poco y a relajarme. En la noche compramos unas carnes y unos chorizos e hicimos una parrillada en el hostal con unos amigos de Franco. Al terminar la comida fuimos al “Ukukus” para recibir el santo de una amiga.
La discoteca estaba bacán, la gente con la que fui andaba media machete, así que se fueron temprano, yo andaba empilado, primero me encontré con dos amigos alemanes (Marcus y Andreas), conversamos un rato mientras veía toda la movida de como un “brichero” (se le llama así a los lugareños que conquistan a las gringas) se levantó a una gringa. Usando las técnicas aprendidas por el “brichero” conocí a una chica holandesa llamada Alina, con la cual me quede el resto de la noche, cerraron la discoteca, tomé un taxi y me fui a dormir.
Este día empezó el caos, tenia que levantarme a las 7:00 am, pero debido al trajín de la noche me levante 45 minutos tarde, tomé mis cosas corriendo y salí al aeropuerto. El vuelo partía a las 9:10 am, llegue con las justas. Cuando se acercaba la hora para abordar nos dieron una mala noticia, el avión de la compañía Aeroperu, vuelo 436, había tenido un desperfecto, al aterrizar viniendo de Arequipa, se le reventaron las 4 llantas del tren de aterrizaje. Paciente y confiado me senté a esperar que traigan las llantas de repuesto de Lima. Al llegar los repuestos nos dimos con la sorpresa de que el famoso aeropuerto del Cuzco no tenía un sistema para cambiar llantas para aviones. Esperando un milagro (yo tenia esa noche el matrimonio de una amiga en Lima) me senté a descansar.
Recién a las 4:00 pm nos informaron que el vuelo estaba suspendido. Recontra asado me fui al hotel que me asigno Aeroperu (el “Carlos V).
Después de un rato me acorde que en el hostal “El Balcón” había otra parrillada, no dude en ir. Comimos 4 horas seguidas de carne y tomamos harta chela. Me fui al hotel un rato a echar una pestaña con la intención de regresar mas tarde. Me no me levanté hasta el día siguiente.
Día 14 Domingo 10 de Mayo
A las 5:15 sonó el teléfono de mi cuarto avisándome que venían de Aeroperú a recojerme para ir al aeropuerto, 30 minutos después estaba en la cola de pasajeros para registrarme. Una vez en el counter me informaron que mi vuelo salía a las 10:05 pm, caballero tuve que esperar 4 horas que salga el bendito avión, Aeroperú es un desastre, pero mi viaje de dos semanas por Cuzco y Puno fue fascinante.
FIN
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Espero sus comentarios