Día 5 Viernes 1 de Mayo
Me levante a las 8 am luego de haber pasado una muy mala noche debido al dolor de huata provocado por el pollo de ayer. Salí con rumbo a Maras y Moray, pero al llegar a Urubamba me recomendaron no ir porque, como era día del trabajo, probablemente no encuentre transporte. Regrese a Yucay, ahí me encontré con Gonzalo Urbina y a su esposa Jessica, ellos recién habían llegado para el matrimonio, estuvimos relojeando y de ahí nos fuimos a almorzar a Urubamba, yo me seguí sintiendo mal, así que no comí nada.
A las 3 p.m. nos enrrumbamos Gonzalo, Jessica y yo hacia unas cuevas que se encontraban a la mitad de un cerro al pie de Yucay. Empezando la caminata nos equivocamos de camino, sin querer queriendo nos fuimos por el lado mas largo. En medio del camino nos llovieron las dudas, confiando en mis instinto, decidí que deberíamos tomar el camino de la derecha, metí la pataza, terminamos en una parte recontra empinada y llenos de espinas, llegue a un lugar donde no se podía subir mas, estaba super difícil, decidimos bajar y tomar el camino de la izquierda. A las finales llegamos a las famosas cuevas después de 1 hora y media, estas son como pequeños almacenes donde se supone los Incas guardaban sus víveres para mantenerlos frescos, en las paredes existen pinturas rupestres que aparentan ser venados. Lamentablemente hay gente ignorante y estúpida que las han pintado y deteriorado.
Cuevas de Yucay
Luego de tomarnos unas fotos bajamos por el camino correcto, el cual era efectivamente más rápido y fácil.
Después de un merecido descanso comimos (solo comí un pan porque seguía con mal) y nos pusimos a jugar billas con Gonzalo, en un principio fueron dos partidos en los cuales empatamos el primero y me ganó el segundo por una bola, jugamos Ping Pong y Gonzalo me ganó el partido por el ajustado marcador, como me quede picón, jugamos un ultimo partido de billas como revancha el cual gané, me hice una. Con el animo levantado, pude ir tranquilo a dormir.
Me levante bien temprano con el ruido de unas campanas comenzaron a sonar a las 6 am, 1 minuto después un desafinado pavo, que vivía en la parte baja de la casa, se puso a gritar, di unas vueltas en la cama hasta las 9:30 am y me bañe y cambié para estar listo temprano, hoy era el matrimonio. A las 10:30 am ya estaba listo, con el terno puesto, era el único huevón listo tan temprano, otros invitados andaba caminando en pijama por el hotel. Después de 20 minutos se unió el segundo huevón, ese era Gonzalo, así que entre huevones nos acompañamos.
La ceremonia salió súper bonita. Apenas terminó el saludo me ubique y me serví el primero de muchos whiskys que tome ese día. Sentado en la mesa con algunos amigos de la high life limeña, comimos, toneamos y ya de noche, los sobrevivientes, nos trasladamos del tono, al bar del hotel y de ahí ........................... (se me borro el cassette). Gonzalo dice que hice rochezaso, Jessica dice que no, otra gente dice que estaba picado cagandome de risa, así que he opte por pensar que me vacile un montón sin hacer roche (me convenía pensar eso).
Día 7 Domingo 3 de Mayo
Otra vez las malditas campanas sonaron a las 6 am y el puto pavo comenzó a gritar sin parar, al abrir los ojos solo sabia que la noche anterior me había divertido un montón, pero no más. Me levante no tan resaqueado (poco a poco la resaca fue creciendo), salí de la casa temprano y me fui a comer un par de panes con jamón serrano (buenazo) y una Coca Cola. luego fui al hotel a buscar mi saco, lo había dejado en la fiesta, la señorita del hotel, con una sonrisa en la cara (no sé si de amable o se estaba acordando de mi tranca) me lo entregó. Aproveche que estaba en el hotel para bañarme en el cuarto de Gonzalo mientras la resaca me iba ganando la batalla.
Un poco mas recuperados nos fuimos en la camioneta de Carlos Raúl, al Santuario del Señor de Huanca. La camioneta estaba lista para un récord Guiness, habíamos entrado 11 personas. Llegamos al Sr. De Huanca (3315 msnm), cuenta una leyenda que “en los años de 1600 un minero muy rico de Potosí se estaba muriendo de lepra, ya sin cura apareció un señor que le puso unas hojas por todo el cuerpo y lo sano. Este señor no quiso recibir paga alguna, lo único que le pidió al minero es que cuando pueda visite al pueblo de Huanca como agradecimiento, después de algunos años el minero fue a Huanca, después de un largo camino llegó y no lo encontró, hasta que de repente vio al curandero arriba en una cueva, cuando trató de acercarse , este se metió dentro de la cueva y en una piedra quedó dibujado Jesucristo con tres personas azotándolo. Con el tiempo las imágenes de los azotadores se han ido borrando, hoy solo queda uno y medio. Se dice que cuando desaparezcan totalmente estos personajes será el fin del mundo”.
Al salir del Sr. de Huanca bajamos a almorzar a Pisac y algunos subieron a las ruinas, Gonzalo y yo nos quedamos en la plaza, un par de horas despues partimos al Cuzco.
Al llegar al Cuzco me hospede en el hostal “Cáceres” por S/. 15 soles la noche, el cual no estaba tan mal (con el tiempo aprendí que la diferencia de precio entre los hostales baratos esta en quien tiene el mejor baño común). A las 9:15 a.m. me encontré con Gonzalo y la familia de Jessica, comimos unas pizzas en el Chez Maggie, tomamos un par de cervecitas en la plaza y luego nos fuimos al Cross Keys, en este pub estaba toda la gentita del matri, ellos iban a recibir el santo de un pata en el Up Town, luego de conversar y contar unas anécdotas me despedí de ellos y me fui al Up Town. Al llegar a la discoteca pasando la media noche me encontré con otros amigos, todos andaban medios golpeados del matri y que se fueron temprano y yo me quede solo. Luego de relojear me encontré con dos administradores de La Posada del Inca y luego con Franco Negri, un amigo que esta de administrador del hostal “El Balcón”. Ya medio embalado me encontré con el negro Juan Carlos un bailarín amigo de mi hermano el cual vivía hace unos años en Argentina y se le había pegado el dejo con roche.
La noche terminó, para variar, temprano (poco mas y nos botan de la discoteca), no eran mas de las 2:30 a.m., después de conversar con un francés que andaba pasadazo y con una mancha de argentinos que según ellos eran de “Las Pampas Argentinas”, me fui al sobre.
Escribiendo mi Diario en el Hotel
Día 8 Lunes 4 de Mayo
Me levante a eso de las 8:30, luego de una ducha helada en el hotel “Cáceres”, separé las cosas que me iba a llevar a Puno y me fui al hotel “El Balcón” a buscar a la gente. Conversé un rato y salí a comprar mi pasaje, almorcé en el Gran Chifa y me fui a relajar a la Plaza de Armas. En la plaza me encontré con una amiga que me propuso ir a las ruinas de Tipón con una mancha, luego de ser plantados por una combi que nos iba a llevar por la estafadora suma de S/. 100 soles, uno de mis amigos interceptó a otra combi que nos llevo por unos módicos S/ 40 soles. Después de media hora llegamos a Tipón, ruinas con canales de agua de las cuales nunca había oído hablar en mi vida, subimos hasta la parte alta y nos tiramos en le pasto durante un buen rato a relajarnos.
Cuando la sombra no comenzó a invadir y hacia ya un poco de frío, regresamos a la combi, todo andaba bien, mi bus a Puno salía recién a las 6:30 pm y eran un poco mas de las 5 pm, hasta que se cruzaron en el camino dos toros que se estaban peleando, la gente bajó de la combi para ver este espectáculo, los minutos pasaban y los malditos toros no tenían ni intención de separarse, yo comenzaba a ajustar con el tiempo. Luego de un buen rato los toros se separaron, al Cuzco llegue con las justas y al bus de la empresa Civa con las rejustas. Busque mi asiento y para mi mala suerte me toco al lado de una choclona horrorosa que no hizo otra cosa que meterme letra durante las 9 horas que duró el viaje.
A Puno llegue cerca de las 3:30 a.m.., chape mi taxi y me instale en el hostal “Torino” (que por ser de madrugada me cobraron solo S/ 5 soles), el cuarto era una porquería y apestaba a kerosene, pero debido al cansancio caí rendido a dormir.
Continua.... Parte III
Arturo, me he cagado de risa con tus aventuras en Yucay. Voy a ser fiel lector de tus viajes. Y tomare nota de esos lugares para cuando regrese al Peru. un gran abrazo.
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