Partimos a Mediados de Mayo del año 2008 hacia Huancaya y Vilca, en esta ocasión viajamos Charito (mi esposa), Pascual Saco y Ursula Sayán, nuestro objetivo era recorrer parte de la Reserva Paisajística Nor Yauyos - Cochas ubicada dentro del los departamentos de Lima y Junín.
Salimos cerca de las 7 am de Lima, tomamos la carretera Panamericana Sur hasta Cañete (km 140), luego nos desviamos por la carretera que nos lleva a Lunahuana. En Lunahuana termina la carretera asfaltada, de ahí para adelante el camino es afirmado e irregular, la distancia desde Lima hasta Huancaya, poblado principal de la reserva, es de 320 km los cuales toman cerca de 6 a 7 horas recorrerlos, es recomendable hacer el viaje en una camioneta 4x4 de ser posible, aunque se puede llegar a Huancaya en un auto que no sea muy bajo, si uno desea continuar la ruta hacia Vilca y Pachacayo si es recomendable solo camionetas. Un dato importante es abastecerse de combustible en Cañete, mas allá es difícil conseguir combustible de buena calidad.
La Reserva Paisajística Nor Yauyos - Cochas esta considerada como una de las zonas con mayor belleza escénica del Perú. Dentro de la reserva podemos disfrutar de diferentes e interesantes atractivos, cuenta con hermosos nevados, grandes lagunas de color turquesa, múltiples cascadas, cañones, quebradas, bosques de queñuales, restos arqueológicos y una gran variedad de flora y fauna, todo esto hace de la Reserva Paisajística Nor Yauyos – Cochas un lugar maravilloso.
Pascual, Charo, Ursula y yo en la Plaza de Armas de Huancaya
La Reserva se creo oficialmente el mes de Mayo del año 2001, tiene como principal objetivo conservar la parte alta del río Cañete y la cuenca del río Pachacayo, así como los diversos ecosistemas que la conforman. Sus amables habitantes han aprendido a convivir armoniosamente con su entorno, respetando la biodiversidad que existe en la zona.
Llegamos cerca de la 1 pm al pueblo de Huancaya (3500 msnm), nuestra primera tarea fue encontrar un lugar cómodo para armar nuestras carpas, los lugares donde hospedarse son escasos y muy básicos. Acomodamos nuestras carpas al lado del río Cañete, frente a una pequeña cascada, nos preparamos unos sanguchitos de jamón con queso y salimos a hacer una pequeña caminata por los alrededores. Todo lo que rodea Huancaya es muy bonito e interesante, grandes árboles, agua de diferentes tonos turquesas, donde uno puede observar como nadan las truchas, y pequeñas cascadas. Lo que mas destaca dentro de este hermoso paisaje natural son cuatro puentes coloniales de calicanto de uso peatonal, estos se encuentran perfectamente conservados y le dan un toque especial al paisaje.
Rio Cañete en Huancaya
Puente Colonial de Calicanto sobre el Rio Cañete
Caía la noche y una gran luna llena aparecía mientras el cielo se iba apagando, no venia sola, la acompañaba un intenso frío que al poco rato hizo que todos nos pusiéramos encima hasta el ultimo par de medias que teníamos. Pasaba la noche y la temperatura bajaba y bajaba, ni la fogata, ni el vodka casi puro que tomábamos no nos daba el calor suficiente, la meta era aguantar hasta la medianoche, queríamos recibir mi cumpleaños numero 38. La espera fue larga, llegaron las doce y Ursulita saco una pequeña vela, había ido preparada, me cantaron el respectivo Happy Birthday y 5 minutos después corrimos hacia nuestras carpas a calentarnos un poco.
Ursula y Charito Combatiendo el Frio de Huancaya
La noche fue muy fría, haber dormido al lado del río hizo que el frío sea aun mas intenso, dormimos muy poco. En el año 1999, junto a José Ignacio, mi hermano y a Sven Wallin, ya había visitado esta zona (aún no era Reserva), en esa ocasión estuvimos menos preparados y pasamos menos frío, la razón puede ser que en aquella ocasión viajamos en el mes de diciembre y el clima era otro. Esa vez la gente de la zona no estaba muy acostumbrada a recibir gente de afuera, éramos los únicos visitantes. Esta vez, casi 10 años después, se notaba que había mas disposición de la población a que los visiten y que la gente conozca los atractivos de su zona.
Ganado Ovino en los Alrededores del Rio Cañete
Cascada Afluente al Rio Cañete
Apenas el sol calentó un poquito, Pascual y yo, decidimos darnos un refrescante chapuzón en el río. Mientras caminábamos con nuestras toallas hacia una zona donde se forma una piscina natural, un grupo de chiquillos, bastante menores que nosotros nos observaban, daban a entender que estábamos locos si pensábamos bañarnos en estas frías aguas, yo ya me había bañado en este río en mi visita anterior, así que junto a mi ropa de baño con dibujos surfers salte al agua sin pensarlo, el agua estaba tan fría que casi rebote de ella, sentí que mis signos vitales iban a apagarse, mientras tanto Pascual corría con la misma suerte, los chiquillos nos seguían mirando, se reían de nuestra fracasada aventura. Yo me recupere relativamente rápido, Pascual estuvo todo el dia con dolor de cabeza y el cuerpo descompuesto, según él estaba con principios de hipotermia.
Dos Momentos de Pascual, saltando muy entusiasta al agua helada y saliendo segundos después semi congelado
Luego de un pequeño descanso levantamos nuestro campamento y partimos con destino a Vilca, a solo 13 km de Huancaya, aunque debido a la condición de la carretera el trayecto puede tomar entre 40 y 50 minutos. Los paisajes que dividen ambos poblados son de una gran belleza, destaca una gran laguna que uno observa desde la parte alta de la carretera la cual tiene varios niveles.
Laguna Ubicada en el Camino de Huancaya a Vilca
Vilca (3650 msnm) es un Pintoresco pueblo escondido entre las montañas, en sus alrededores destacan la andenería incaica que sigue siendo utilizada por sus pobladores hoy en día. Vilca es bastante mas chico que Huancaya, la población gira alrededor de su pequeña plaza de armas y de una bodeguita, único lugar donde uno puede conseguir algo para tomar o comer. Lo normal es que los visitantes lleguen desde Huancaya, visiten un par de horas el pueblo y regresen a Huancaya nuevamente, es por ello que no hay hospedajes en Vilca, nosotros, como nos gusta siempre salir de lo convencional, decidimos pasar la noche en Vilca. Buscando un lugar para acampar llegamos a un hermoso bosque, el acceso a este lugar, ubicado en la parte alta del pueblo, era bastante complicado, hubo que utilizar la doble tracción de la camioneta para poder llegar, el camino era estrecho, empinado y lleno de grandes piedras.
Ruta para subir hacia el Bosque de Quenuales en Vilca
Armamos nuestras pequeñas carpas cerca de la ladera de un cerro, éramos los únicos en el bosque, preparamos unos macarrones con queso que demoraron mas de dos horas en cocinarse (en la altura el agua no llega a su punto de ebullición), apenas empezamos a degustar los mazacotudos macarrones, el frío nuevamente estaba acechando, prendimos una fogata la cual no duró mucho y muy temprano, cerca de las 8 pm nos metimos a dormir. La noche fue eterna, el frío era mucho mas intenso que en Huancaya, tratábamos de dormir y no podíamos, nuestros pies eran unos témpanos de hielo, cerca de las 3 de la madrugada entramos a la camioneta y prendimos la calefacción tratando de descansar aunque sea un poquito, aunque ayudo no fue suficiente, fue una de esas frías noches que piensas que nunca van a acabar.
Bosque de Quenuales en Vilca (nótese la camioneta al extremo izquierdo)
Apenas amaneció salimos de la camioneta, como lagartijas, a esperar que nos llegue el sol para calentarnos un poco. Bordeando las 7 am partimos una caminata hacia una laguna cercana, caminamos cerca de 30 minutos hacia ella por la ladera de un cerro, la laguna no era tan atractiva como otras que ya habiamos visto, lo que si nos llamó la atención fue el paisaje que observamos en la ladera del frente del camino, no dudamos un segundo en regresara a donde partimos y caminar hacia el otro lado del valle, no nos equivocamos, llegamos a un lugar paradisiaco (uno mas) lleno de pequeñas lagunas clavadas en las rocas, las cuales habían sido erosionadas durante miles y miles de años por cientos de cascadas ubicadas en los alrededores, una maravilla.
Pequeña Cascada en Vilca
Disfrutamos un par de horas de este lugar y regresamos a la camioneta, poco rato antes de partir conocimos a una niña y su hermanito, ellos estaban pastando ganado, conversamos con estos simpáticos niños, les dimos algo de ropa y los alimentos que nos quedaban, nos íbamos de regreso a Lima y ellos los iban a aprovechar mas que nosotros.
Nuestra idea era salir por la carretera central hacia Lima, partimos de Vilca hacia Pachacayo, tuvimos que cruzar un abra cercana a los 4800 msnm, mientras uno va subiendo el paisaje deja de ser verde para volverse árido y rocoso, al inicio el camino es malo pero poco a poco va mejorando, en esta misma ruta uno puede visitar el Nevado del Pariacaca donde se encuentran los restos arqueológicos de Escalerayoc, escalera de origen inca compuesta por mas de 2000 peldaños, para realizar esa excursión necesitábamos mas tiempo y no lo teníamos. Cruzamos Cochas, Pachacayo y luego de cerca recorrer cerca de 70 km en dos horas, por un camino afirmado llegamos a la carretera central, la salida esta a 35 km de La Oroya, cruzamos esta contaminada ciudad, la cual contrasta tanto con el lugar tan lleno de aire puro de donde veníamos. De ahí hacia adelante solo nos quedaba surcar la carretera central hasta llegar a Lima.
Laguna en la parte alta de Vilca
Uno puede realizar este viaje de manera contraria a nosotros entrando por Pachacayo y bajando hacia Lunahuana, aunque recomiendo nuestra opción debido a que mejor es andar de subida por una carretera afirmada en regular estado que hacerlo de bajada. La mejor época para visitarla es entre abril y mayo, después de la época de lluvias, todo esta mas verde.
La Reserva paisajística Nor Yauyos – Cocha es una ruta muy recomendable que se puede realizar en cualquier fin de semana largo, muy típicos en nuestro país, lo único que hay que llevar es mucho abrigo, alimentos, agua, un auto en buenas condiciones y las ganas de observar gran parte de los paisajes mas bonitos del Perú.
Charito, Pascual y Ursula en uno de los 4 Puentes de Calicantos en Huancaya
Grupo de Viaje posando al lado del Rio Cañete
Niña Pastora que conocimos en el Bosque de Vilca
Preparando unos Macarrones con Queso en Vilca
Charito en una de las tantas lagunas de Vilca
Buena info y lindas fotos. Estaré yendo por alla en semana santa!
ResponderEliminarEspero que lo disfrutes tanto como yo lo hice.
ResponderEliminarSaludos
Arturo
Qué bonita crónica. Una pregunta, en la última guía de "Automás" hablan de un ingreso a la zona, desde la carretera de La Oroya a Jauja, que sería más fpacil. ¿Ha escuchado hablar de ella?
ResponderEliminarSi no es molestia escribame a telont@yahoo.com
Hugo Contreras