Estando en el pueblo San Martín de Tipishca, dentro de la zona de amortiguamiento de la Reserva Nacional del Pacaya Samiria, le pregunte a mis amigos de Casa Lupuna, albergue turístico manejado por gente de la comunidad, donde podía ver y comprar algo de artesanía local, algo que suelo hacer cada vez que visito algún pueblo o comunidad.
Asi lo encontramos a Graciano Yahuarcani, pintando dos carpinteros en la puerta de su casa
Caminamos cerca de 20 minutos por un sendero de tierra bordeando la laguna o tipishca de San Martín, en la casa mas alejada de la comunidad, rodeada de bellos árboles, encontramos a Graciano Yahuarcani, el único artista – artesano de la pueblo, lo sorprendimos en la puerta de su pequeña casa pintando una pareja de pájaros carpinteros sobre un lienzo extraído de la corteza de un árbol. Graciano es una persona que vive apartado de la gente del pueblo, al pie de la laguna, rodeado de vegetación y del armonioso ruido que le regalan los miles de insectos, las melódicas aves y el canto de las ranas. No cabe duda que la naturaleza es su mayor inspiración.
Hermoso árbol "Palo Rosa" en las cercanías de la casa de Graciano
Graciano es un artista de 28 años, el talento lo heredó de su padre, Santiago Yahuarcani López y de sus abuelos, también artistas. Es originario de Pebas, un pueblo amazónico cercano a la frontera con Colombia, perteneciente a la etnia de los Uitoto – Aymen. Hace 7 años llegó casi de casualidad a San Martín de Tipishca, buscando trabajo como guía turístico, aunque no tardó mucho en retomar su camino artístico. Cuando le preguntamos desde cuando se dedica al arte nos contesta con una seguridad única, "Desde que tengo uso de razón soy artista".
En su nutrida y variopinta galería encontramos, entre esculturas y pinturas, osos perezosos, ranas, delfines rosados, tortugas y una gran variedad de mascaras de todas formas, tamaños y colores.
Graciano posando con algunas de sus coloridas mascaras
Lo interesante dentro del arte de Graciano es que casi la totalidad de su materia prima viene del bosque, nos cuenta que lo único que compra cuando va a Iquitos (14 horas en peque peque) son las pinturas, "existen pinturas naturales pero con el tiempo pierden el color, no me gustaría que a los turistas con el tiempo se le despinten mis creaciones", nos dice Graciano, al consultarle sobre el porque no utiliza tintes naturales.
Como lienzo usa la corteza de la llanchama, la madera balsa la utiliza para tallar. Semillas y hojas de palmera, huairuros, achira, rosario, ojo de vaca y frutos de la calabaza o tutuma son algunas de las decenas de materiales naturales que usa para la creación de su piezas de arte. Su clientela llega a su casa por recomendación, el no los busca, "por el momento solo vendo en San Martín", nos cuenta Graciano, "cada año la clientela es mayor, cada vez nos visitan mas turistas".
"Oso Perezoso" hecho sobre madera balsa, hoy adorna mi oficina
Graciano se retira un par de minutos hacia una pequeña habitación, regresa con un tríptico y un catalogo de Rember Yahuarcani, su hermano menor, un artista consagrado a nivel nacional e internacional, emocionado nos habla de Rember, el tríptico es sobre una exposición individual realizada en la galería de la Municipalidad de Miraflores – Lima, el catálogo muestra algunas de las obras de Rember expuestas en Buenos Aires – Argentina. Los ojos de Graciano reflejan la admiración y el orgullo que siente por su hermano.
Cuadro de Rember Yahuarcani, hermano de Graciano y consagrado artista (foto: Internet)
Antes de despedirnos de Graciano y su hermosa hija de 6 años, una fuerte lluvia torrencial nos sorprendió, este percance nos obligo a quedamos algunos minutos mas, disfrutando de la grata compañía de Graciano y sus obras de arte. Un artista salido de la profundidad de nuestra selva amazónica.
Que bonito artículo, y bien por la familia de artistas los Yahuarcani López
ResponderEliminarMuy buena artículo.
ResponderEliminarFelicitaciones Graciano! Pronto iremos a visitarlo... a ver si nos enseña a trabajar la chambira...
Lo máximo Graciano y la gente de San Martín, espero poder regresar pronto por esas maravillosas tierras.
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